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3.1    La represión franquista

3.2    Cronología carcelaria

3.3    El movimiento socialista en las cárceles

3.4    Emilia y Lentxu, su mujer e hija

3.5    La reorganización del PSOE

3.6    La vida en el Dueso

3.7    Balance de la cárcel
  3.1 La represión franquista
 

Se inició con el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, y no terminó hasta que despareció el régimen en los años 70. Francisco Franco, "Caudillo de España por la Gracia de Dios", pretendió crear una “nueva España” entorno a valores patrióticos y a una moral católica conservadora. Se llevó a cabo una política de exterminio del “enemigo” del Régimen a través de diferentes métodos; desde la violencia física, la asfixia económica y la persecución política hasta la negación de cualquier expresión política que representara a los vencidos. En ningún caso se apostó por la reconciliación. El antiliberalismo, el antirepublicanismo y el afán por destruir cualquier vestigio vinculado al estigmatizado grupo de “los rojos”, en los que se incluía a todas las izquierdas, se tradujo en una serie de medidas políticas orientadas a su desaparición dentro de la “nueva España” que surgía en aquel momento.

 
Refugiados de la Guerra Civil cruzando la frontera francesa   Mujeres refugiadas en la frontera de Hendaia, septiembre de 1936
     
 
Presos republicanos en Santander   Campo de concentración español
 
El Dictador Francisco Franco y representantes de la Iglesia española

 


Mapa de los presos y campos de concentración en el franquismo. Fuente: J. M. Sabín, J. Rodrigo


 

Desde 1936 hasta 1947, los tribunales militares funcionaron sin tregua. Se crearon cerca de 180 campos de concentración en territorio español, coordinados por el Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas. Quedó prohibida todo tipo de asociación, política y sindical, y se anuló la libertad de expresión, instaurándose una opaca censura a los medios de comunicación, la literatura, la música, el cine, el teatro, la pintura y la escultura. Toda manifestación cultural se exhibió bajo el control del Estado. Las sospechas y amenazas frecuentaron la vida cotidiana de los vencidos. Se animó a la sociedad civil a denunciar a los sospechosos de ser contrarios al Régimen, incluso no habiendo pertenecido nunca a ninguna organización. En las prisiones, se incitaba a la delación como medida redentora. En las escuelas, la censura abarcaba desde los libros de texto hasta los maestros. Éstos, al igual que los demás funcionarios, fueron depurados o revisados para asegurarse ser afines al Movimiento y a la fe católica. Los funcionarios que simpatizaron con la II República fueron apartados de sus puestos de trabajo, e incluso fueron inhabilitados y privados de percibir su jubilación. La misma suerte tuvieron los oficiales que habían sido fieles al régimen anterior al Alzamiento. Las lenguas del país diferentes al castellano, quedaron oficialmente prohibidas.

Se emprendieron sanciones económicas a “los responsables de daños o perjuicios causados a España” a través de la Ley de Responsabilidades Políticas, de febrero de 1939. Los acusados iban desde particulares a partidos políticos, asociaciones y empresas. Estas medidas se llevaron a cabo mediante el pago de cantidades fijas, incautaciones de bienes y el embargo de cuentas bancarias. En abril de 1945, el Ministerio de Justicia decretó el fin de estos procedimientos. Con la Comisión Liquidadora de Responsabilidades Políticas se resolvieron los recursos presentados y se aceptó la devolución de los bienes incautados. Eso sí, devaluados, ya que se aplicó el valor de la fecha en que se efectuó la expropiación. 

 

 

Los fusilamientos, la desnutrición, la tortura y las enfermedades eran las principales causas de la muerte de los represaliados y encarcelados. El número total de víctimas en manos de los vencedores es aún confuso. Gran número de los fallecidos fue enterrado en fosas comunes, alejadas de los cementerios y sin ser registradas. Aunque la cifra oficial del Régimen, entre 1939 y 1944, fue de 40.000 muertos, muchos historiadores lo sitúan alrededor de los 190.000. Más de 75 años más tarde, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica todavía trata de identificar a los desparecidos.

 

>> Listado de personas muertas, fusiladas y/o desaparecidas en Euskadi
 

>> Mapa de fosas de la guerra civil y la represión franquista en Euskadi


 
 
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